4 de noviembre de 2009 - Los funcionarios de prisiones no supervisaron adecuadamente al preso en libertad condicional Phillip Garrido y perdieron oportunidades de descubrir a Jaycee Lee Dugard, la niña que presuntamente secuestró y retuvo en su patio trasero durante 18 años, según un resumen del informe publicado hoy.
El Departamento de Prisiones y Rehabilitación de California tampoco remitió a Garrido a una evaluación de salud mental, según el informe de la Oficina del Inspector General del Estado.
El sumario decía que Garrido "cometió numerosas violaciones de la libertad condicional y que el departamento no supervisó adecuadamente a Garrido y perdió numerosas oportunidades de descubrir a sus víctimas."
El departamento tampoco formó a los agentes de libertad condicional para que realizaran visitas domiciliarias a los presos en libertad condicional, no supervisó adecuadamente a los agentes de libertad condicional responsables de Garrido y no clasificó adecuadamente a Garrido, según el sumario.
No profundizaba en los detalles de las conclusiones ni explicaba cómo los agentes no le supervisaron. La oficina publicó el resumen en su sitio web y tenía prevista una conferencia de prensa por la tarde para dar a conocer el documento completo.
La investigación, de dos meses de duración, se inició después de que Garrido y su esposa fueran detenidos por el presunto secuestro de Dugard y por mantenerla cautiva en el patio trasero de su casa.
Surgieron preguntas sobre cómo Garrido consiguió mantener oculta a Dugard durante tanto tiempo a pesar de estar vigilado por agentes de libertad condicional por una condena previa por violación.
La oficina ha dicho que su informe incluirá recomendaciones para mejorar la supervisión de los presos en libertad condicional en todo el estado.
Garrido, de 58 años, estaba bajo supervisión federal de libertad condicional y obligado a registrarse como delincuente sexual cuando él y su esposa, Nancy Garrido, presuntamente secuestraron a Dugard fuera de su casa de South Lake Tahoe en 1991. Phillip Garrido había sido condenado en 1977 por secuestrar y violar a una mujer de 25 años.
California asumió la supervisión de Garrido en 1999.
Como preso en libertad condicional, Garrido llevaba una tobillera conectada a un GPS que rastreaba todos sus movimientos, se reunía con su agente de libertad condicional varias veces al mes y era sometido a visitas domiciliarias sorpresa rutinarias y a pruebas aleatorias de drogas y alcohol, según el Departamento de Correccionales y Rehabilitación.
Aun así, el campamento del patio trasero donde Garrido supuestamente escondió y violó a Dugard pasó desapercibido para las autoridades. La policía afirma que Garrido fue el padre de las dos hijas de Dugard, ahora de 15 y 11 años, que nacieron en el destartalado recinto de tiendas.
Los Garrido se han declarado inocentes de 29 cargos relacionados con el secuestro, violación y encarcelamiento de Dugard.
Dugard, de 29 años, se reunió con su familia en agosto y vive con sus hijas y su madre en un lugar no revelado del norte de California.